Estamos ante este subtipo depresivo cuando la persona de vale de una depresión (real o no) como forma de atraer la atención de las personas allegadas, generalmente amigos y familiares. Mediante un sufrimiento no real o exacerbado (del que el paciente puede no ser consciente) o de evidenciar conductas autopunitivas, el paciente tratará de conseguir atenciones que de otro modo le serían negadas.
No se trata de una depresión inventada, puesto que la persona se encuentra, en efecto, deprimida y no es consciente de que su depresión no es real y de que carece de correlato físico o mental alguno. Es este un subtipo propio de personas mayores y/o solas. También se han detectado casos en niños cuando aparece un nuevo hermano en la familia.
No obstante, conviene no olvidar que toda depresión tiene algo de instrumental, por ser frecuente una excesiva demanda de atenciones, en los pacientes que padecen depresión, respecto de las personas de su entorno más cercano.