En no pocas ocasiones, el sueño se encuentra alterado durante el transcurso de una depresión (no siempre). Puede alterarse aumentando o disminuyendo, aunque lo más habitual, sobre todo durante las fases iniciales, el insomnio —pre o post dormicial— es el rasgo más común de esta alteración. Así mismo, puede observarse cómo se descomponen los patrones del sueño, con estadios de vigilia o sueño desacompasados. Es decir, el paciente duerme en horas en las que tendría que estar despierto y permanece despierto durante la noche.
El insomnio predormicial es aquel que tiene lugar retrasando el inicio del periodo de sueño habitual, mientras que el insomnio postdormicial es el que provoca en el paciente un despertar significativamente más temprano.