Depresión oncológica

La enfermedad, la tristeza y el malestar suelen ir de la mano en casi todas las ocasiones y circunstancias. Es, por tanto, la enfermedad una antesala perfecta para que la depresión se haga fuerte dentro de quien tiene la desdicha de padecerla. Ninguna enfermedad como el cáncer eleva los niveles de ansiedad, tristeza, aislamiento social y otros síntomas de depresión. Paradógicamente, un enfermo oncológico debe encontrase con el tono anímico lo más estable y optimista posible, a la hora de afrontar la enfermedad oncológica con entereza y posibilidades de remisión.

El la actualidad, la psicooncología ha dado pasos de gigantes para conseguir una estabilidad emocional que permita afrontar, como decimos, la enfermedad oncológica con esperanza y posibilidades reales de curación tras los protocolos asignados por los oncólogos, que deben ser respetados plenamente.