Ansiedad

La ansiedad es considerada uno de los principales síntomas de la depresión y, muy posiblemente, el que causa mayor sufrimiento en quien padece esta patología. Se trata de un sentimiento de miedo, inquietud o bien la sensación de inminencia ante un acontecimiento catastrófico que no tiene por qué ser cierta o, al menos, provocar tal respuesta ansiosa. La respuesta de ansiedad del paciente depresivo suele ser desproporcionada en relación al estímulo causante, tenga este carácter interoceptivo o exteroceptivo.

Como quiera que la ingesta de determinadas sustancias psicotrópicas e incluso su forma de vida puede provocar una respuesta de ansiedad en algunos pacientes, conviene ser muy cautos a la hora de establecer un diagnóstico relacionado con la depresión.

Una respuesta proporcionada ante la venida de una estimulación aversiva no se consideraría patológica ni propia de la depresión. Por ejemplo: sentir ansiedad días antes de tener que acudir a un juzgado en calidad de acusado sería normal e, incluso, adaptativo, pues predispondría los niveles de atención de la persona para estar a la altura de esta circunstancia.

Un periodo continuado de ansiedad elevada va a conducir a quien la sufre a una depresión, casi con total seguridad.

El deporte, eliminar tóxicos como el alcohol, el tabaco y el resto de las drogas, una vida planificada, un trabajo libre de estrés y numerosos apoyos sociales suelen estar en la base de una vida alejada de la ansiedad.

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