Depresión infantil o adolescente

Se trata de una depresión muy de actualidad dada su incidencia creciente. Si bien sus síntomas son similares a los de los adultos, la presencia de somatizaciones (conversión a estados de malestar físico) y las dificultades de concentración las diferencian en algunos casos. La mencionada falta de concentración tiene especial relevancia pues puede dificultar la asimilación de contenidos académicos en un momento crucial para su desarrollo intelectual y su progreso escolar.

En el caso de los adolescentes, la ideación suicida ha llevado a no pocos pacientes hasta un fatal desenlace. Por fortuna, la mayoría de estas ideaciones acaba en intentos fallidos de llevar a cabo tan infaustas acciones.

Aunque no siempre resulta fácil de esclarecer, los problemas relacionales con el resto de alumnos podría encontrarse en la base del problema. Por este motivo, se recomienda a padres y educadores una especial atención a cualquier señal que pudiera evidenciar alguna relación del niño o adolescente con esta patología: deseos de no acudir a clase, o excusas en este sentido relacionadas con malestar general son dignas de tener en cuenta en cualquier caso.

Así mismo, una baja autoestima, fracaso escolar, burlas o escasa notoriedad en redes sociales, obesidad o comportamientos asertivos deficientes también podrían subyacer a esta patología que, insistimos, se da cada vez con mayor frecuencia tanto en niños como en adolescentes.